En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. Comienza con el Vía Crusis a las 10:00 de la mañana. Posteriormente, en las horas de la tarde, la adoración de la Cruz, la lectura de la pasión de Cristo y el sermón de las siete palabras. Este día no se celebra la Santa Misa.

Foto: Marco Barboza

 

Sermón de las Siete Palabras

Este día por la tarde, la Adoración de la Santa Cruz, culmina con el Sermón de las Siete Palabras. Esta devoción consiste en reflexionar en las últimas siete frases que pronunció Jesús en la cruz, antes de su muerte. Culmina con una representación del momento en que Cristo muere en la Cruz, y su posterior descenso de la misma, dando paso a la procesión del Santo Sepulcro.

 

Procesión del Santo Sepulcro

Foto: Marco Barboza

A las cinco de la tarde, tiene lugar la Procesión del Santo Sepulcro, y la imagen de La Virgen con su Hijo Descendido de la Cruz. En esa ocasión, los Nazarenos vestidos con sus hábitos y los Caballeros del Santo Sepulcro son los únicos que cargan el Santo Sepulcro hasta una cuadra antes de llegar a la Iglesia. A partir de aquí, los Nazarenos caminan de espalda con el velo sobre el rostro y las manos extendidas. En este corto recorrido, un Nazareno antiguo, previamente escogido, se encarga de "ofrecer" a las imagenes del Santo Sepulcro y de la Virgen las Tres Potencias del Señor, la Corona de Espinas y los Clavos con los que fue clavado en la Cruz.

Foto: Marco Barboza

Se toca la Marcha Santo Entierro, y marchan uno a uno, caminando de espaldas.

Luego de esto, el Santo Sepulcro es conducido a un lugar llamado “La Gruta”, que recuerda la tumba del Señor, en donde es dejado con la imagen del Nazareno hasta la madrugada del Domingo de Resurrección.

 

Procesión de la Soledad y Esperanza de María

Foto: Marco Barboza

A las doce de la noche se da comienzo a la Procesión de la Soledad y Esperanza de María. Sale la virgen totalmente vestida de negro recorriendo el camino que recorrió el sepulcro de su hijo. También la imagen de San Juan; las cargan exclusivamente los nazarenos, vestidos con el hábito completo, en donde caminan con la Cruz de espaldas quince o veinte cuadras. Durante el recorrido no se toca ninguna marcha, sólo se oye un clarín con un lamento desgarrador; después, aprovechando el silencio, la gente entona plegarias y los pecadores recitan versos de arrepentimiento en honor a la Virgen, cantados de generación en generación.

Foto: Marco Barboza

Muchas leyendas giran en torno a esta Procesión. Por ejemplo, uno de los Nazarenos debe estar constantemente contando a los demás porque las almas de los Nazarenos muertos que todavía se resistan a pasar definitivamente al otro mundo se pueden meter en sus filas. Cuando uno de ellos es detectado es llevado hasta la puerta del cementerio desde donde entra solo hasta su verdadero mundo, al que pertenece.

Foto: Marco Barboza

 Pero de las cosas más interesantes es que al llegar a una de las esquinas del parque, luego de la mitad del recorrido, el Nazareno que va cargando la Cruz debe ir corriendo a toda prisa con la Cruz al hombro hasta la Iglesia, entrar, hacer una reverencia frente al altar, salir, y encontrarse con la Procesión en la siguiente esquina; todo esto sin que nada se detenga. Una representación muy bonita de ver.